Desde ASPACE Sevilla consideramos el voluntariado como uno de los pilares fundamentales de nuestra asociación, no sólo por la ayuda que ofrecen en los distintos servicios que participan, sino porque hacen posible el desarrollo personal de nuestros usuarios y usuarias, al proporcionarles un mayor número de redes sociales y la posibilidad de conocer nuevos contextos y vivir nuevas experiencias. Todo ello contribuye a una mayor calidad de vida de las personas usuarias y nos enriquece como asociación.
La colaboración de nuestro voluntariado engloba varios ámbitos: acompañamientos, ocio y tiempo libre, deporte y vacaciones. En todos ellos, la persona voluntaria desarrolla una actividad dentro de un programa concreto y con una finalidad solidaria, que hace del voluntariado una agrupación de personas que actúan de forma organizada, formándose continuamente y facilitando ASPACE los recursos necesarios para ello.
El voluntariado no sólo tiene beneficios para quienes vayan destinada su labor, sino para las propias personas voluntarias, así nos lo cuenta Maite, una de ellas:
“Desde hace un tiempo estoy participando como voluntaria en el Programa de Ocio y Tiempo libre de ASPACE Sevilla, acudiendo a vacaciones de verano en playas andaluzas y a salidas de fin de semana, como por ejemplo a conciertos, comidas o al teatro.
Mi experiencia como voluntaria es bastante gratificante, me ha permitido adquirir nuevos aprendizajes y por tanto, crecer personal y profesionalmente. Por un lado, he aprendido a utilizar diferentes sistemas que sirven de apoyo en el traslado y movimiento de personas con movilidad reducida, también he conocido sistemas alternativos de comunicación y a ser yo misma un apoyo, para personas que así lo necesiten, en las actividades de la vida diaria. Pero además de ello, y mucho más importante si cabe, es todo lo que me ha aportado cada actividad realizada, pues me ha permitido conocer las barreras arquitectónicas, sociales y actitudinales que impiden a las personas con parálisis cerebral participar plenamente en la comunidad y tomar sus propias decisiones. He aprendido a respetar y empatizar, pero sobre todo he reído y disfrutado mucho. Todo ello, en un ambiente amigable y junto a personas de gran calidad humana”.