Atención en el medio rural como herramienta de inclusión social
En España, alrededor de un millón de personas con discapacidad viven en el Medio Rural. Muchas de ellas son personas con parálisis cerebral y discapacidades afines. 511.000 no pueden desarrollar tareas domésticas por sí mismas. 488.000 son dependientes para actividades relacionadas con la higiene o el vestido. Estas personas residen en un territorio que comprende el 90% de nuestro país pero que es el gran olvidado en cuanto a la atención a la discapacidad. Consideramos que este olvido es injustificable y que provoca que muchas personas con discapacidad sientan como inhóspito el entorno que debería de ser su hogar.
Cualquier persona con parálisis cerebral y discapacidades afines se enfrenta a múltiples dificultades en el ámbito rural. Es un entorno en el que los espacios no se diseñan desde la perspectiva del diseño universal, el transporte público es limitado y, por lo general, no está adaptado. Tampoco cuenta con servicios de apoyo a la discapacidad desarrollados de forma homogénea como, por ejemplo, centros de día, residencias, colegios de educación especial o servicios de atención en el domicilio. Durante la infancia los espacios y apoyos para la inclusión escolar no son adecuados y faltan recursos para desarrollarlos. Y, en la fase adulta, al existir un tejido empresarial de pequeño tamaño y poco sensibilizado hacia la contratación de las personas con discapacidad, el acceso al empleo es complejo.
Tantas dificultades para desarrollar una vida con autonomía en el entorno rural producen situaciones de exclusión social que ponen en mayor posición de desamparo a las personas con discapacidad y a sus familias. El entorno se convierte así en un factor determinante en la vulnerabilidad de las personas con parálisis cerebral y en el desarrollo de su calidad de vida. Las personas con discapacidad que viven en el ámbito rural tienen un mayor riesgo de caer en situación de pobreza, en sobrecarga familiar por ausencia de apoyos y en más aislamiento social que en otros entornos.
Si hablamos de espacios diseñados para todas y todos nos referimos a todos los espacios sin excepción. El lugar de residencia no puede ser un motivo para no percibir la atención correspondiente o para no recibir un servicio concreto, necesario y específico. Al no cumplirse este aspecto, en el ámbito rural se produce una doble discriminación con las personas con discapacidad.
En este sentido; reivindicamos la labor esencial del Movimiento Asociativo de la parálisis cerebral. Nuestras entidades trabajan teniendo en cuenta las necesidades de más de 120.000 personas con parálisis cerebral y discapacidades afines que viven tanto en el ámbito urbano como en el rural. Año tras año las organizaciones del Movimiento ASPACE han sido pioneras en el impulso de proyectos de apoyo en el domicilio, transporte, empleo, educación y de promoción de la autonomía personal.
En el Día Mundial de la Parálisis Cerebral queremos reclamar el derecho a vivir en espacios accesibles y diseñados para todas y todos, sin importar el lugar en el que residamos. Llamamos a las Administraciones Públicas y a los distintos agentes de la sociedad a:
Desarrollar las políticas orientadas al Desarrollo Rural desde una perspectiva transversal; es decir, incluyendo de forma explícita al colectivo de personas con parálisis cerebral, teniendo en cuenta a las personas con grandes necesidades de apoyo y en coordinación con las asociaciones que representan al Movimiento ASPACE.
Consolidar servicios de proximidad centrados en las necesidades de las personas. Estos servicios han de incluir la mejora y adaptación de los servicios de transporte; la construcción de espacios accesibles para las personas con parálisis cerebral y discapacidades afines en cualquier entorno y deben contemplar intervenciones de carácter ambulatorio en las zonas con limitaciones de infraestructuras.
Implementar itinerarios personalizados de formación y empleo que contemplen sectores emergentes en el ámbito rural y acciones de sensibilización a profesionales de la educación y al colectivo de empresarios en general.
Promover el uso de las nuevas tecnologías como estrategia de acceso a la información, empoderamiento y promoción de la autonomía personal de las personas con parálisis cerebral y discapacidades afines.
Aplicar estas medidas desde la perspectiva de género. Teniendo en cuenta que el 59% de las personas con discapacidad que residen en el entorno rural son mujeres; la mujer ha de ser protagonista en la planificación y el desarrollo de estas medidas.
Las personas con parálisis cerebral, las familias y los profesionales implicados en la atención al colectivo; ofrecemos al resto de organizaciones del sector, a las empresas, a las Administraciones Públicas y a la sociedad en general nuestra colaboración para convertir estas propuestas en una realidad. Creemos en nuestra capacidad de revertir esta situación: es hora de hablar de la atención en el medio rural como una herramienta de inclusión social. Tenemos derecho a que nuestro entorno ofrezca los recursos de atención ajustados a nuestras necesidades. Queremos una sociedad para todas y todos. Y queremos contribuir a la construcción de esa sociedad: sin importar nuestro lugar de residencia.
Lekaroz, Valle del Baztán, Navarra. / 6 de octubre de 2018 – Confederación ASPACE
A continuación os dejamos la versión del manifiesto en lectura fácil:
La discapacidad en el Medio Rural
En España casi 1 millón de personas con discapacidad viven en el Medio Rural. Es decir, viven en pueblos pequeños, en el campo, no en ciudades o poblaciones grandes.
Muchas de ellas son personas con parálisis cerebral y discapacidades afines:
La mitad de estas personas no pueden realizar tareas domésticas por sí mismas.
La mitad necesitan ayuda para vestir-se o asear-se.
La mayor parte del territorio de España pertenece al Medio Rural. Pero suele ser un territorio poco accesible y con poca atención a la discapacidad. Así que las personas que viven en él no pueden acceder a su entorno.
¿Qué dificultades encuentran las personas con discapacidad en el Mundo Rural?
Entorno sin adaptar
Trasporte público limitado, y sin adaptar
Pocos servicios de apoyo a la discapacidad: centros de día, residencias, colegios de educación especial o servicios de atención en el domicilio.
Falta de apoyos para la inclusión escolar
Dificultad para acceder a un empleo
Estas dificultades hacen que las personas con parálisis cerebral y discapacidades afines y sus familias sufran:
Vida dependiente
Exclusión social
Vulnerabilidad
Mayor riesgo de pobreza
Sobrecarga familiar
Aislamiento social
Las personas con parálisis cerebral necesitan un entorno adaptado y favorable para tener una buena calidad de vida.
Ya sea en la ciudad o en el campo.
Todas las personas, vivan donde vivan, deberían poder acceder a los mismos servicios y recibir las mismas atenciones.
El Movimiento Asociativo de la parálisis cerebral trabaja para acabar con la discriminación de las personas con discapacidad en el Medio Rural.
Atendemos a más de 120.000 personas con parálisis cerebral y discapacidades afines que viven en zonas urbanas y rurales. Realizamos proyectos de apoyo en el domicilio, transporte, empleo, educación y de promoción de la autonomía personal.
En el Día Mundial de la Parálisis Cerebral reclamamos el derecho a vivir en espacios accesibles, sin importar el lugar en el que vivimos.
Pedimos a las Administraciones Públicas y a la sociedad:
Incluir a las personas con parálisis cerebral en las políticas y acciones para desarrollar el Medio Rural.
Contar con las asociaciones a la hora de crear estas políticas.
Consolidar servicios de proximidad. Estos servicios han de incluir:
o Transporte adaptado
o Espacios accesibles en cualquier entorno
o Intervenciones de carácter ambulatorio en zonas con infraestructuras limitadas.
Formación y empleo en sectores emergentes en el ámbito rural.
Sensibilizar a los profesionales de la educación y los empresarios.
Promover el uso de las nuevas tecnologías entre las personas con parálisis cerebral y discapacidades afines.
Tener perspectiva de género: que las mujeres planifiquen y desarrollen también estas acciones. El 59% de las personas con discapacidad que residen en el entorno rural son mujeres.
Las personas con parálisis cerebral, las familias y los profesionales que los atienden ofrecemos nuestra colaboración para que estas propuestas se hagan realidad.
Creemos en nuestra capacidad para cambiar esta situación. Creemos que la atención en el medio rural es una herramienta de inclusión social.
Tenemos derecho a que nuestro entorno nos ofrezca recursos que se ajusten a nuestras necesidades.
Queremos una sociedad para todas y todos. Y queremos contribuir a construir esa sociedad sin importar dónde vivimos.