Ayer, en una jornada marcada por la reflexión y el compromiso, Confederación ASPACE presentó su nuevo estudio sobre el envejecimiento de las personas con parálisis cerebral y con grandes necesidades de apoyo. Esta presentación subraya la importancia de dirigir esfuerzos hacia este colectivo, especialmente en el marco de la campaña de este año por el Día Mundial de la Parálisis Cerebral, centrada en el envejecimiento.
El estudio ofrece un detallado perfil de las personas en proceso de envejecimiento y destaca las crecientes necesidades de apoyo.
Ayer, Confederación ASPACE presentó su nuevo estudio sobre el envejecimiento de las personas con parálisis cerebral y grandes necesidades de apoyo. Este informe es clave para nuestra campaña del Día Mundial de la Parálisis Cerebral, centrada en el envejecimiento.
🔹 Datos relevantes del estudio:
Manuela Muro, presidenta de Confederación ASPACE, enfatizó la urgencia de desarrollar políticas que aseguren una atención adecuada al envejecimiento: “Es esencial construir apoyos personalizados, respetando las decisiones y entornos de cada persona, y reconociendo que la familia también envejece y requiere su propia red de apoyos”.
En línea con la Estrategia de Desinstitucionalización, el estudio resalta la necesidad de promover nuevos modelos de atención como módulos de convivencia, casas residenciales y unidades de convivencia. Estos modelos deben incluir a las familias que optan por vivir con sus hijos e hijas con grandes necesidades de apoyo, especialmente considerando que las madres, en su mayoría mayores de 75 años, son las principales cuidadoras.
🔹 Demandas clave:
Juan José García, Director de Centros de ASPACE Salamanca y uno de los investigadores del estudio, señaló que tanto las personas con parálisis cerebral como sus familias están “debutando en la sociedad de la longevidad”. A medida que los cuidadores envejecen, se enfrentan a mayores desafíos para proporcionar apoyos de alta intensidad, lo que convierte a la familia en receptora de apoyos.
Las personas con parálisis cerebral en proceso de envejecimiento requieren abordajes específicos diferentes a los de personas más jóvenes. A partir de los 35 años, aumentan las dificultades de movilidad, comunicación y la necesidad de atención sanitaria, entre otros aspectos. Para fomentar una vida independiente, es fundamental desarrollar nuevos modelos residenciales, atención sociosanitaria especializada y actividades de ocio adaptadas a sus intereses y edad.
Durante la jornada, activistas como Rocío Molpeceres, Mariano García y Marga Roig compartieron sus experiencias sobre el envejecimiento. Molpeceres destacó la importancia de que cada persona pueda decidir sobre sus apoyos y cómo recibirlos, afirmando que “desinstitucionalizar no es solo dónde vivir, sino cómo vivir”.
La jornada concluyó con Marta Ibáñez, coordinadora del estudio, haciendo un llamado a las Administraciones Públicas para proporcionar más recursos que permitan una vida independiente, destacando que el envejecimiento en este colectivo ocurre a edades más tempranas que en la población general. “Es necesaria una complicidad para soluciones efectivas”, afirmó Ibáñez, abogando por alinearse con las estrategias principales de transformación de cuidados y apoyos para garantizar los derechos de las personas con discapacidad.
Desde ASPACE Andalucía, no solo respaldamos el estudio sino que también nos comprometemos a trabajar para erradicar este problema.