Efectos de la Parálisis Cerebral

Las personas que tienen parálisis cerebral no pueden controlar algunos o todos sus movimientos. Unas pueden estar muy afectadas en todo su cuerpo, otras pueden tener dificultades para hablar, caminar o para usar sus manos. Otras serán incapaces de sentarse sin apoyo, necesitarán ayuda para la mayoría de las tareas diarias.

El inicio de un movimiento a menudo desemboca en otro movimiento involuntario, por lo que algunas personas con parálisis cerebral desarrollan patrones de movimiento diferentes a los que pueden producir otras alteraciones.

Una persona con parálisis cerebral puede tener alguno o la mayoría de los siguientes síntomas, ligera o más gravemente:

Discapacidad Intelectual, en el 50% de los niños con P.C. (39% de ellos, con nivel de DI severa), con discordancia verbo-espacial.

Crisis Epilépticas, en un 25-30% de los niños con P.C., asociados sobre todo a Hemiplejías (44%) o Tetraplejias Severas. Se dan crisis generalizadas o parciales. La Epilepsia afecta a una de cada tres personas con parálisis cerebral, pero es imposible predecir de qué manera o en qué momento puede desarrollar los ataques. Algunas empiezan a padecerlos de pequeños y otros en edad adulta, pero a menudo se pueden controlar los ataques con medicación.

Trastorno de la visión y la motilidad ocular, como déficit visual por atrofia óptica, ceguera de origen central, hemianopsia homónima (hemiplejía), pérdida de visión binocular, estrabismo (en 50% de las personas con PC), defectos de refracción o nistagmus.

El problema visual más común es el estrabismo que puede necesitar ser corregido con gafas o, en los casos más graves, con una operación.
Los problemas de ojos más serios son menos frecuentes. Algunas personas pueden tener un defecto cortical. Esto quiere decir, que la parte del cerebro que es responsable de la interpretación de las imágenes que el niño ve no funciona con normalidad.

Trastornos de la audición, en un 10-15% de las personas con PC Severas, aunque han bajado mucho con la prevención de la incompatibilidad feto-materna.

 

Otras dificultades asociadas a la P.C

Con gran frecuencia, en la parálisis cerebral, a los problemas del movimiento se asocian otros de diversa índole y no menos importantes. Se trata de problemas clínicos, sensoriales, perceptivos y de comunicación.

Trastornos Sensitivos

Como la Astereognosia (no reconocimiento del objeto puesto en la mano) o la Asomatognosia (pérdida de la representación cortical de los miembros paréticos)

Trastornos Tróficos

Con disminución del volumen y talla de los miembros paréticos, y una frecuente asociación con trastornos vasculares (frialdad y cianosis)

Deformidades Esqueléticas

Debido al desequilibrio de las fuerzas musculares, el mantenimiento prolongado en posiciones viciosas. Las deformidades más frecuentes son la subluxación y luxación de caderas, la disminución de la amplitud de extensión de rodillas o codos, curvas cifóticas, actitudes escolióticas, pies cavos.

Trastornos del Lenguaje

Con un origen plurifactorial, como retraso mental, trastorno de la realización motora (disartria), o trastornos psico-sociales. El habla depende de la habilidad para controlar los pequeños músculos de la boca, la lengua, el paladar y la cavidad bucal. Las dificultades para hablar que tienen las personas con parálisis cerebral suelen ir unidas a las de tragar y masticar. La mayoría aprenderán alguna clase de comunicación verbal, mientras que los más afectados podrán encontrar una gran ayuda a través de sistemas alternativos de comunicación.

Trastorno Motricidad Intestinal

Como estreñimiento crónico, por ausencia o disminución de la motricidad general.

Trastornos Conductuales

A veces tan graves que comprometen el porvenir y las posibilidades de tratamiento:

  • Abulia: pasividad, falta de iniciativa, inhibición, miedo al mundo exterior.
  • Trastornos de la atención: por ausencia de selección de las informaciones sensoriales (núcleos grises centrales).
  • Falta de concentración.
  • Falta de continuidad.
  • Lentitud
  • Comportamiento autolesivo: Mordeduras, golpes, pellizcos.
  • Heteroagresividad: Patadas, golpes, mordeduras…
  • Estereotipias: Hábitos atípicos y repetitivos: balanceo, torcedura de dedos, chupado de manos…

Trastornos Emocionales

Ya que el trastorno motor provoca una mala adaptación al entorno social, un aislamiento, estigmatización social aumentando así las probabilidades de desarrollar trastornos psicológicos y emocionales, trastornos del humor (depresión, vulnerabilidad en la adolescencia), ansiedad, hiperemotividad, inmadurez afectiva (discordancia entre la evolución afectiva y el nivel intelectual).

Dificultades de aprendizaje

En las personas que no son capaces de controlar bien sus movimientos, o no pueden hablar, a menudo se da por supuesto que tienen una discapacidad intelectual. Aunque algunas personas con parálisis cerebral tienen problemas de aprendizaje, esto no es siempre así, incluso pueden tener un coeficiente de inteligencia más alto de lo normal.

Percepción espacial

Algunas personas con parálisis cerebral no pueden percibir el espacio para relacionarlo con sus propios cuerpos (no pueden, por ejemplo calcular las distancias) o pensar espacialmente (como construir visualmente en tres dimensiones). Esto es debido, a una anormalidad en una parte del cerebro, y no está relacionado con la inteligencia.