La Federación ASPACE Andalucía continúa con su labor y compromiso de insertar en el mercado laboral a personas con parálisis cerebral gracias a sus servicios de Inserción Laboral de Andalucía Orienta de la Junta de Andalucía, dependiente de la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, a través del SAE. Por su implicación, su ilusión y capacidad de superación diaria, ASPACE Andalucía destaca el caso de Álvaro Ballesteros Cascales, un chico granadino de 23 años, con parálisis cerebral, perteneciente al movimiento asociativo de ASPACE Granada, que este año ha sido seleccionado para realizar las prácticas de inclusión socio-laboral para personas con discapacidad en la Diputación de Granada, gracias a un convenio anual con la entidad.
El objetivo es proporcionar experiencia laboral, lo más real posible en un entorno normalizado, en una administración pública. Las personas con parálisis cerebral aprenden a cumplir horarios (fichan al entrar y al salir), conocen la normas laborales y los protocolos propios del desempeño de su puesto.
Además, para Esther Machado Gallardo, Técnica de Acompañamiento a la Inserción de ASPACE Granada, “el objetivo más importante a lograr con ellos es que se integren realmente con sus compañeros, que sepan cumplir órdenes de sus tutores y superiores y, sobre todo, que establezcan relaciones sociales lo más normalizadas posibles. Que en los momentos de ocio dentro de una jornada laboral cuenten con ellos y se les incluya en el día a día de todas las responsabilidades y actividades”.
“Fomentamos la implicación de los compañeros más cercanos, en este caso a Álvaro para lograr apoyos naturales en el desempeño de tareas diarias. Intentamos conseguir el apoyo y complicidad de todo un entorno de trabajo. Al mismo tiempo es muy importante sensibilizar sobre las capacidades de nuestro colectivo, y eso sólo se puede mostrar cuando les dan una oportunidad”, destaca Esther Machado.
Estas experiencias sirven a todo el tejido asociativo del movimiento ASPACE Andalucía para eliminar barreras mucho más importantes que las arquitectónicas (que por desgracia aún existen muchas). Lo prioritario es que se rompen las cadenas de las barreras mentales y sociales, “de aquel que no quiere ver más allá de una persona con movilidad reducida o con dificultades para comunicarse. Aquel que llega más lejos, que profundiza y le conoce se sorprende”, afirma emocionada la Técnica de Acompañamiento a la Inserción de ASPACE Granada.
De hecho, tanto ha llegado a estrecharse el vínculo entre el joven y Esther que ésta última indica: “Me gustaría rendir un homenaje a Álvaro, que cada día va a sus prácticas con una sonrisa, con unas ganas increíbles de comerse el mundo y de superar todos los obstáculos que le plantea la vida diaria. No le importa mojarse esperando el autobús, tardar dos horas en llegar a casa cuando las rampas del bus urbano se estropean… en general, cualquier cosa que al resto de personas nos parece un motivo de queja para él no lo es. Por sus valores, por lo fácil que es trabajar con él y por los deseos tan bonitos que tiene para su futuro. Por todo ello se merece que lo conozcan, que le den una oportunidad y que todo el mundo valore su esfuerzo”.
Por su parte, Álvaro, siempre dispuesto a colaborar, ha tenido a bien narrar cómo está siendo su experiencia laboral, su esencia tal y como es, y sólo ver su cara transmite lo feliz que se siente. Tras haber realizado varios cursos de diseño gráfico de páginas webs y de redes sociales, “ahora estoy en la Diputación de Granada haciendo unas prácticas y estoy muy ‘agustico’. Me siento muy feliz aquí y me tratan muy bien. También me estoy preparando unas oposiciones de administrativo con muchas ganas, a ver si tengo suerte”, destaca el joven granadino.
“Me he adaptado muy bien desde que empecé con las prácticas porque mis compañeros de la Diputación me tratan de una forma excelente, me ayudan muchísimo, y esto me está sirviendo para coger experiencia laboral para un futuro, ya que en mi vida me gustaría conseguir un puesto de trabajo, crear una familia y hacerla lo más feliz posible. Que el dinero que ganase fuese para hacer feliz a mi familia, gastando todo en ellos y encontrar una vivienda donde poder juntos vivir”, asevera Álvaro Ballesteros.
Por último, y preguntado por sus hobbies y aficiones, el joven con parálisis cerebral lo tiene claro. “También me gustaría convertirme en profesional de la Boccia y llegar a la Selección Española, pero lo que más me importa es lo que he dicho anteriormente. Hace cuatro años gané el Campeonato de España aquí en Granada, contra Almina (Club Deportivo San Fernando), mi segunda ciudad, pero sobre todo quiero conseguir una estabilidad laboral y crear una familia”.