Mi nombre es Esther Barranco, siempre quise hacer un voluntariado, ya que es algo que me viene de mi madre. Desde pequeña he visto cómo se ha dedicado a los demás y yo me moría de ganas por entrar a alguno, pienso que en algún momento de nuestra vida deberíamos hacer todos uno, así quizás aprenderíamos muchos valores que hemos olvidado
En mi caso tenía un conocido que pertenecía a ASPACE,y le había comentado mis ganas de entrar en un voluntariado. Una tarde me llamo y me preguntó si queria ir de voluntaria y no me pudo dar mayor alegría. Estuve con ellos en el parque de María Luisa, nunca lo olvidaré, cuando terminé, mi vida había cambiado sin duda, porque cuando estoy con ellos, soy y me enseñan a ser mejor persona.
Son personas maravillosas, llenas de vida, normales y bastante mejores que nosotros. Este fin de semana vi una película, Campeones, disputaban la final de un partido de baloncesto y habiendo quedado segundos celebraban con los primeros con alegría,su entrenador les pregunta: ¿por qué estáis contentos si no habéis ganado?, a lo que contestaban: porque hemos quedado segundos. Eso es lo que les convierte en personas especiales, no otras,esa es la esencia de ellos,debemos dar visibilidad y normalidad a estas grandes personas,para que cada vez se integren más y más como se merecen.
Sé que me quieren porque cuando me ven llegar sonríen y eso para mí es un regalo maravilloso. No quiero terminar mi pequeño homenaje sin dar las gracias a mis compañeros voluntarios y a mí «jefa» como yo le digo cariñosamente Maite, por ser personas grandes y generosas. Os quiero