Me llamo Sandra Valderas y llevo trabajando en Aspace Granada desde 2001. Empecé trabajando en la Unidad de Día como cuidadora, y, en 2007 cuando abrieron la RGA me pasé allí por motivos familiares.

La verdad, y después de haber estado trabajo en ambos sitios, he de decir que el trabajo en RGA es muy diferente al de U.D. Ya que en la RGA el trato es más directo, más individual, en definitiva, más familiar, ya que allí, todos formamos una gran familia. Ellos están en su casa, y nosotros… también. Los usuarios nos tratan como si fuésemos sus padres, madres o amigos, ya que llegan “del cole” y nos cuentan lo que han hecho, nos comentan sus problemas, sus dudas, sus miedos, lo que tienen que hacer para el día siguiente… Igual que nosotros, que cuando nos pasa algo, acudimos a ellos a contarles lo que nos ha pasado, a pedirles consejo sobre algún tema… como si fuesen nuestros hermanos o colegas.

Mi trabajo en Aspace me resulta muy gratificante, ya que los usuarios nos transmiten tanto amor y ternura, que es lo único que conocen y demandan de los demás. Conforme los vas conociendo te vas dando cuenta de todo lo que aportan a tú vida a cambio de nada, ves lo poco que les tienes que dar a cambio de todo lo que tú recibes. Todos los días nos demuestran su afán de superación y ganas de vivir que tienen y nos dan una lección sobre lo poco que se necesita para ser feliz.

¿Alguna vez os habéis preguntado cómo es posible que saquen lo mejor que llevamos dentro cada uno aún cuando te has levantado con el pie izquierdo?

A pesar del trabajo y la dedicación 24 horas que esto conlleva, para mí, lo más gratificante de todo mi trabajo en Aspace, son las colonias que se realizan con ellos. Se convierten en unos completos desconocidos. Como cambian, disfrutan, lo viven… Yo siempre lo digo y lo diré: “… es donde mejor se conocen a los chavales”

Para mí, el mejor regalo que me ha dado la vida aparte de tener la familia y amigos que tengo, es darme un trabajo, y en especial éste trabajo.

Gracias