Como en la vida, existen personas con distintas características y necesidades. Entre ellas, ASPACE representa al movimiento asociativo de las personas con parálisis cerebral y otras discapacidades afines, así como de sus familias.

Con la llegada de septiembre comenzamos un nuevo año escolar, por lo que nos es imposible no poner sobre la mesa un elemento fundamental en el desarrollo de la personas como es la educación. Una materia esencial que se ha visto transformada a lo largo de los últimos años, sobre todo, para los niños y niñas con discapacidad.

El sistema de enseñanza actual ha traído de nuevo el debate a raíz del desarrollo de la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE) acerca de la integración de estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo junto con los que no la requieren.

Por ello, los Centros Especiales de Educación (CEE) se encuentran en primera línea dentro de esta discusión, planteándose cuestiones como: ¿Son necesarios la existencia de los mismos? ¿Están preparados las aulas ordinarias para acoger a todo tipo de alumno con capacidades distintas en el habla, la movilidad, etc.? ¿Se persigue verdaderamente la equidad entre los alumnos y alumnas olvidándonos de los apoyos específicos que cada uno necesita?

Nuestras ideas principales:

• La existencia de Centros Especiales de Educación (CEE) no hace sombra al objetivo de integración e inclusión que se proponen desde la nueva reforma de la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE), es más, estos deben servir de apoyo para los centros ordinarios, estando ambos surtidos de material de apoyo y recursos suficientes para la correcta asistencia del estudiante. Por tanto, los centros ordinarios y los centros especiales deben coexistir con el fin de velar por el interés superior del menor.
• Se debe tener en cuenta la diversidad del alumnado, contemplando, por ejemplo aquellos estudiantes con parálisis cerebral, que al ser una pluridiscapacidad, precisarán de determinados apoyos personalizados según sus características constando de una metodología con perspectiva interdisciplinar, transversal y con un abordaje individualizado.
• La modalidad de escolarización y los ajustes a realizar se deben decidir de forma consen­suada entre la Administración y las familias (cuya capacidad de elección debe ser determi­nante) y un equipo interdisciplinar que evalúe las necesidades del alumno o alumna; priorizando en todo momento el interés superior del menor.

¿Hay recursos suficientes?

Para garantizar una atención educativa individualizada en cualquier modalidad se debe contar con una previsión de recursos suficientes ¿En qué enfocamos estos recursos?:

• En innovación tecnológica: para contemplar y cubrir las distintas formas de comunicación (aludiendo a los Sistemas Aumentativos y Alternativos de Comunicación).
• En adaptaciones para la movilidad: tanto en el comedor como en las otras instalaciones del colegio, refiriéndonos a accesos con escalones sin alternativa para personas con movilidad reducida, rampas demasiado empinadas, falta de plazas de aparcamiento adaptadas…
• En personal de apoyo y formación del equipo docente: el cual vele por las necesidades de los y las menores, tanto individuales como educativas.

Resulta imprescindible tener en cuenta estas necesidades, así como acordar un presupuesto para respaldarlas ya que si se comenzara con el camino hacia la integración total de aulas sin la garantización de estos recursos podría propiciarse una importante vulneración de los derechos del alumnado con necesidades de apoyo.

Por todo ello, a lo largo de este mes nos enfocaremos en el tratamiento de la educación en sus distintos niveles desde la perspectiva de la discapacidad ¡Síguenos en redes para no perderte nada!